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sábado, 14 de enero de 2017

"El Sabor de tus labios Púrpura"

La noche empezó a caer y por un momento, el tiempo se paró cuando apareció por la puerta, de ese local de mala muerte. Se dirigió a la barra y pidió una copa, no recuerdo siquiera lo que tomaba, solo recuerdo como su pecho se apoyaba en mi espalda mientras se acercaba para coger su copa de la barra. Un escalofrío recorrió mi cuerpo estremeciéndolo por completo, inevitablemente mis ojos giraron para intentar encontrarme con sus ojos y allí estaban, esos ojos que guardaban la fuerza de un bosque entero. Cuando se cruzaron nuestras miradas, note como una parte muy concreta de mi anatomía despertaba con el fulgor del paso, de mil caballos purasangre.
En ese instante su mano se posó sobre mi paquete y acercó sus labios color púrpura a mis oídos para pronunciarme una sola pregunta.

"¿Quieres saborear la libertad?"

Solo pude acertar decir "Quiero ser libre"
Casi sin mediar palabra agarró mi brazo acercándome a ella y posó sus labios en los míos, un millar de sonidos e imágenes pasaron delante mía, una diosa acababa de elegirme y solo sentía las piernas temblar y la pasión brotar por todos los poros de mi cuerpo.

Me llevó a mi dormitorio, casi como si supiera donde estaba, como si supiera todo de mí. En la habitación pude hacer acopio de mi entereza y comencé a desnudarla, cuando le retiré el vestido lo que se hallaba ante mí era una diosa, preciosa, perfecta, increíble. En ese instante sin mediar palabra y sin dejar de mirarme fijamente a los ojos, zafó la presión de mis pantalones dejando mi pene totalmente erecto frente de sus ojos, que no dejaban de seguirme con la mirada mientras se introducía mi pene en su boca. Con ese solo gesto hizo que sintiera una fuerza inaudita y desconocida para mí. La misma fuerza que me hizo arrancarle su ropa interior dejando ante mí los senos y el sexo más apetecible que había visto en mi vida. La arrojé a la cama y crucé mis labios con su coño, era néctar de dioses, en su primer estremecimiento supe que quería hacerla disfrutar hasta que el sol se extinguiera, hasta que vaciara su energía en mi boca. Pero seguí lamiendo y disfrutando de su manjar y ella gritaba más y más, mientras agarraba fuertemente mi pelo, ella no quería que me despegara y yo no quería hacerlo.

Después de sentir como hasta los dedos de sus pies estaban en el mayor de los placeres me separé de sus labios para deslizar mi lengua por todo su cuerpo hasta llegar a los senos, donde mi lengua jugó con sus pezones hasta que ascendió y nuestros labios se encontraron fundiéndose en un beso que hizo arder el cielo y congelar el inframundo.

En ese momento agarró mi polla introduciéndosela en lo mas hondo de su ser, mordió su labio inferior en la primera de las embestidas, y acometida tras acometida agarraba mas fuerte mi espalda y apretaba con sus piernas mi cuerpo en una llave de pasión. En una de las embestidas con un movimiento tan intenso como sensual se colocó encima de mi, y allí arriba, viendo como su pecho se mecía, cada vez que sus caderas me mataban un poco a cada movimiento, era aún mas parecida a una diosa. Agarré con fuerza sus pechos mientras ella me doblegaba y me empequeñecía en ese baile, su baile.

Y cuando llegaba al limite de mi extenuación decidió soltarme de su embrujo solo para hacerme descender aún más en los infiernos carnales de mi mente. Paró, me miró a los ojos, sonrió levemente como la depredadora antes de un banquete, me besó con tanta fuerza que casi me arranca la cabeza. Y empezó a descender hasta llegar a introducir mi pene en su boca una vez mas, pero distinto, mas intenso, mas pasional. Me miró mientras se ayudaba con su mano derecha para bombear todo mi ser en su boca y en un instante que pudo parar el universo, mi cuerpo se vació, casi sin poder controlarlo, con una energía nunca vivida por mi. Mis ojos se volvieron vacíos casi sin mediarlo, mientras ella, paseaba su dedo indice, por la boca sin dejar de mirarme y sonreír.

Se acerco a mi, iluso de mi pensando que a besarme, pero su dirección se giró para decirme algo al oido...

...y con sus labios de sabor a néctar divino y color púrpura pronunció...

"Eres libre"



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