Creyéndonos el centro del universo decidimos que éramos algo mas aún, nos creímos dioses, a los cuales las demás especies solo pueden sino obedecer o morir. Un día no muy lejano nos llegará la hora de decir basta, la hora de decir se acabó y ese día nos arrepentiremos de nuestros actos, de nuestras avaricias, de nuestras vidas.
Aún podemos solucionar esto, esta carta aún no se ha terminado de escribir, solo tenemos que poner un poco de nosotros y solucionaremos muchas cosas, aun nos queda esperanza para EVOLUCIONAR.
Podemos conseguir que esta ilustración no sea premonitoria, que solo sea una anécdota de una cabra nocturna algo chiflada.
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