A veces el destino te reserva curiosidades muy agradables, no todo iba a ser malo, un día cualquiera, un viaje cualquiera, te puede sorprender con una de las miradas mas sinceras que he conocido y que se ha convertido en una buena amiga, a la que quizás no vea mucho, es cierto, pero no deja de serlo.
Me enseño la foto en la que está inspirada esta ilustración y me enamore de la fuerza que transmitía y le pedí que participara en mi proyecto, sin dudarlo acepto y hoy doy gracias por poder dibujar su mirada azul.
Espero que mi humilde trabajo le haya gustado a ella tanto como a mi hacerlo, un saludo enorme y espero que obtenga el doble de la suerte que se merece, y que siga manteniendo su intenso océano en sus ojos :)
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